Rossi se queda de capo de Yamaha y fichará a su admirador Viñales

Valentino Rossi ha roto la baraja y, como de costumbre, llevaba la mano ganadora. Jorge Lorenzo ya no le molestará en Yamaha, donde se queda como el número uno indiscutible. La salida del mallorquín con destino a Ducati propiciará que la marca japonesa centre sus esfuerzos en el décimo campeonato mundial de Rossi.

El italiano tendrá una moto pensada para su pilotaje, elegirá el compañero que quiera y anula las opciones de ser campeón de Lorenzo esta temporada. Yamaha no facilitará nada las cosas al que se convertirá en uno de sus principales rivales para la próxima temporada. Jorge se pasará una temporada en el limbo, ignorado hasta por sus propios mecánicos.

Porque elige Yamaha a Rossi

El poder de Rossi en Yamaha ha ido en aumento en los últimos meses. Primero se hizo con los derechos de merchandising del equipo a través de su empresa VR46. El piloto vende las camisetas, fundas para el móvil o banderas del equipo en internet y en todos los circuitos desde esta temporada.

Después de este acuerdo, Rossi firmó con Yamaha para dar soporte a la academia de pilotos del italiano regalándole 26 motocicletas para que estos hagan prácticas en el rancho de Tavullia y en el circuito Marco Simoncelli de Misano. La VR46 Riders Academy es un proyecto personal de Rossi donde las mejores promesas italianas compiten con pilotos de MotoGP y desarrollan su talento.

Viñales, un asiduo al rancho de Rossi

El nombre que suena con más fuerza para ocupar el lugar de Jorge Lorenzo es el de Maverick Viñales, actualmente piloto de Suzuki. Con 21 años, el piloto de Figueras ha crecido admirando a Rossi con pósters en su habitación, tal y como ha reconocido en algunas entrevistas, y siendo uno de los habituales en el rancho de Rossi en Tavullia. «Se respira muy buen ambiente, es muy divertido. Valentino tiene allí un circuito enorme y me divierte mucho rodar allí», confesó el español.

Rossi considera que Viñales tendrá la suficiente paciencia para permitirle ser el número uno de Yamaha en los dos años que le quedan de carrera. «Para mí pilotar en el mismo equipo que Valentino sería un sueño hecho realidad», afirma Viñales. Blanco y en botella.